La presión del mundo no podrá hacernos tambalear si confiamos en la Roca sobre la cual estamos parados.
Salmo 62.1-6
La mayoría puede gobernar en este mundo, pero en su vida personal debe gobernar una sola Persona: Dios. No importa que 10.000 personas le digan lo que debe hacer. Una vez que usted ha decidido seguir al Señor, lo mejor es quedarse donde está, hasta que Él le dé la orden de avanzar. ¿Significa esto que no debemos aceptar un buen consejo? No. Significa que, si sabemos que Dios no ha dicho “avanza”, no debemos caer en la tentación de complacer a los demás siguiendo sus directrices. Es decir, mientras buscamos el consejo bíblico, los creyentes debemos también escuchar los impulsos y las advertencias del Espíritu Santo. Por ejemplo, cuando se trata de los hijos, podemos sentir que hay un momento para hablar de un problema, y un momento para postergarlo (Eclesiastés 3.7).
A veces, sin embargo, el temor al fracaso puede disuadirnos de obedecer a Dios, haciéndonos pensar: ¿Y si las cosas no salen como planeamos? ¿Y si somos ridiculizados por nuestros colegas? Pero, en última instancia, debemos preguntarnos si escucharemos a Dios o al mundo. Recuerde que usted nunca debe temer fracasar si obedece al Señor. Él es el único que interviene en momentos de dificultad, y promete actuar a favor de quien espera en Él (Isaías 64.4). Mantenerse firme requiere valor. Es por eso que Pablo dijo: “Fortaleceos en el Señor” (Efesios 6.10). La presión del mundo no podrá hacernos tambalear si confiamos en la Roca sobre la cual estamos parados. Con la dirección de Dios podemos actuar con plena seguridad de que tendremos un resultado exitoso.
Devocional original de Ministerios En Contacto