Dios usa el sufrimiento para que se manifieste la vida de Cristo en nosotros.

Hebreos 12.10, 11

La vida de José implicó mucho sufrimiento. El joven fue traicionado por sus hermanos, vendido como esclavo, encarcelado injustamente y olvidado. Pero cuando se reveló el plan de Dios, José declaró que era bueno (Gn 45.7, 8). La Biblia nos dice que el Señor tiene diversos propósitos para el dolor que experimentamos. Uno de ellos es desarrollar rectitud en nosotros. Por desear que caminemos en santidad delante de Él, Dios utiliza la disciplina para alejarnos del pecado y hacernos más fructíferos. Utilizará personas y circunstancias difíciles para eliminar cualquier “madera muerta” —actitudes, comportamientos y relaciones que no corresponden con un hijo de Dios (Ef 4.25, 29, 31). A pesar de que el sufrimiento no sea agradable, puede entrenarnos de manera efectiva para producir una vida de santidad.

Dios también usa el sufrimiento para que se manifieste la vida de Cristo en nosotros. Para que eso suceda, debemos aprender a depender de Él, tanto en palabras como en hechos. Si las circunstancias no nos presionaran, es probable que seguiríamos nuestro propio camino. Pero debemos ser como el Señor Jesús, que confió en su Padre, sin importar qué tan fácil o difícil se volviera la situación. Como embajadores de Cristo, debemos ser ejemplos vivientes de su carácter. Esto puede significar perdonar a nuestros enemigos, soportar nuestras cargas con paciencia o encontrar gozo en medio de la tristeza como lo hacia Él. Nuestro testimonio no será perfecto, pero debemos demostrar un creciente “parecido” con el Señor. La vida está llena de problemas. Pero en las manos del Dios amoroso, nuestro sufrimiento es utilizado para propósitos eternos.

Devocional original de Ministerios En Contacto

Dios usa nuestro sufrimiento

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